¿Cuáles son las emociones básicas del ser humano?

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que aparecen ante estímulos internos y/o externos desempeñando un papel importante en nuestras interacciones sociales, nuestras decisiones y en nuestro bienestar.

Se pueden clasificar como básicas o primarias y complejas o secundarias, aunque en este artículo solo vamos a hablar de las emociones básicas/primarias.

¿Qué son las emociones básicas y para qué sirven?

Las emociones básicas o también llamadas primarias, son respuestas automáticas y universales que experimentamos como seres humanos ante determinados estímulos o situaciones. 

Nacemos con ellas y son comunes a todas las culturas, siendo su función principal ayudarnos a sobrevivir en el medio en el que vivimos.

A lo largo de la historia de la psicología existen diferentes autores como Daniel Goleman, Paul Ekman o Leslie Greenberg que han investigado y clasificado las emociones básicas. En este artículo voy a centrarme en las seis emociones en las que coinciden casi todos los autores: el miedo, la alegría, la tristeza, la sorpresa, la ira y el asco.

Estas constituyen una parte esencial de nuestra vida emocional. Son respuestas innatas que nos proporcionan información valiosa sobre nuestro entorno, que nos ayudan a adaptarnos y tomar decisiones ante diversas situaciones.

Sin embargo, es importante destacar que estas emociones no son excluyentes y a menudo interactúan entre sí, creando una gama de experiencias emocionales más complejas.

A continuación desarrollo con más detalle cada una de ellas:

Miedo

El miedo surge como respuesta ante una amenaza percibida y su función principal es la de protegernos para que podamos sobrevivir ante situaciones peligrosas. Nos permite aprender para cuidarnos ante futuros eventos perjudiciales que pongan en riesgo nuestra supervivencia.

Miedo

Te darás cuenta que cuando sientes miedo tu atención está puesta en posibles estímulos amenazantes y te hace actuar con precaución.

Esta emoción se caracteriza por la activación del sistema de lucha o huida de nuestro organismo, preparándonos para enfrentar o escapar de las amenazas. En cambio, si el miedo es muy elevado, también puede provocar que nuestro cuerpo se bloquee y entremos en parálisis. 

Alegría

La alegría es una emoción que genera bienestar y aparece cuando vivimos situaciones gratificantes o cuando alcanzamos nuestros objetivos.

Alegría

Su función es la de afiliación, impulsándonos a buscar experiencias positivas promoviendo la conexión social.

Fortalece las relaciones con los demás, nuestros procesos cognitivos mejorando nuestra capacidad de trabajo y creatividad.

Tristeza

La tristeza surge en respuesta a una pérdida, decepción o separación. Esta emoción nos ayuda a procesar y adaptarnos a situaciones difíciles.

Tristeza

Su función es invitarnos a la reflexión, pedir ayuda, cuidarnos y expresar el dolor. También facilita la empatía hacia los demás y fortalece los lazos sociales.

Nota: también puedes leer el artículo en donde hablo en mayor profundidad sobre qué es la tristeza y cómo gestionarla.

Sorpresa

La sorpresa es la emoción más breve de todas y aparece ante algo inesperado o novedoso. A veces nos genera bienestar y otras veces malestar, dependiendo de la experiencia que acompañe a la sorpresa.

Paul Ekman la describe como una respuesta rápida y automática que nos prepara para evaluar las situaciones y adaptarnos a lo desconocido. 

Desempeña un papel importante en nuestra capacidad de aprendizaje y de adecuarnos al entorno sin perder el equilibrio interno. Nos permite captar nuestra atención y estar alerta ante cambios inesperados que nos rodean

Ira

La ira surge cuando percibimos una injusticia, frustración o se ven amenazadas nuestras metas o valores.

Ira

La función principal es la de defendernos: cambiar una situación que no nos gusta, luchar por aquello que es importante, resolver problemas y/o expresar nuestra opinión. 

Nos impulsa a tomar acción y establecer límites cuando sentimos que nuestros valores o necesidades están siendo amenazados. Pero es fundamental aprender a manejarla de manera adecuada para evitar dañarnos o a los demás.

Asco

El asco lo experimentamos frente a estímulos desagradables o repulsivos, como ciertos olores o sabores. 

Según Ekman, el asco tiene una función adaptativa de protección contra sustancias potencialmente dañinas o contaminadas. Esta emoción nos ayuda a evitar el contacto con elementos perjudiciales para nuestra salud.

Nos ayuda a evitar alimentos en mal estado, objetos contaminados o entornos insalubres. El asco nos brinda una señal de rechazo y nos guía hacia comportamientos que preserven nuestra integridad física.

¿Cómo expresamos nuestras emociones básicas y cómo es nuestra comunicación no verbal?

La capacidad de reconocer y comprender las señales no verbales nos permite interpretar las emociones de los demás y fortalecer nuestras habilidades de empatía y de conexión emocional.

En este bloque me voy a centrar en la comunicación no verbal de las emociones básicas: las expresiones faciales, la postura corporal, la expresión vocal y otros elementos que transmiten información emocional de manera implícita. 

Expresiones faciales

Las expresiones faciales son un medio poderoso para comunicar nuestras emociones básicas y cada una de ellas tiene características faciales distintivas que ayudan a los demás a comprender cómo nos sentimos.

Expresión facial

Aquí te dejo algunos ejemplos:

  • Miedo: los párpados superiores se levantan y los inferiores se tensan, las cejas se elevan, la boca se abre y los labios se alargan hacia atrás.

  • Alegría: aparece una sonrisa en la que las mejillas se elevan, las comisuras de los labios se levantan y aparecen arrugas alrededor de los ojos.

  • Tristeza: las comisuras de la boca caen hacia abajo, el extremo interior de las cejas se elevan hacia arriba, los párpados superiores bajan y los ojos se tornan brillantes y lagrimosos.

  • Sorpresa: los ojos se abren mucho sin tensión, las cejas se levantan y la boca se abre.

  • Ira: las cejas se juntan frunciendo el ceño, se tensan los párpados y la mandíbula.

  • Asco: se arruga la nariz al mismo tiempo que el labio superior se eleva y se tensan los párpados de los ojos.

Postura corporal

La postura corporal complementa nuestras expresiones faciales y transmite nuestras emociones de manera más completa, ya que nuestro cuerpo y sus movimientos se ajustan de forma natural a lo que sentimos.

Postura corporal

A continuación te dejo algunos ejemplos:

  • Miedo: nuestro cuerpo podría temblar y encogerse llevando los hombros y la espalda hacia dentro, la cabeza baja adoptando una postura defensiva.

  • Alegría: se manifiesta con una postura abierta en la que el cuerpo se aproxima al estímulo que provoca dicha emoción. El cuerpo se estira, el pecho y la cabeza alta, y los movimientos son enérgicos.

  • Tristeza: nuestro cuerpo se mete hacia dentro manteniendo una postura más encorvada, los hombros y la cabeza bajan, y los movimientos son más lentos.

  • Sorpresa: el cuerpo se contrae y se desestabiliza, nuestras manos se apoyan en nuestro pecho, boca o cabeza.

  • Ira: nuestra postura podría volverse rígida tensando todo el cuerpo, los puños cerrados y los pies bien firmes y anclados al suelo.

  • Asco: el cuerpo expresa rechazo alejándose de forma enérgica del estímulo que provoca la emoción.

Expresión vocal

Además de las expresiones faciales y de la postura corporal, nuestras emociones básicas se reflejan en nuestra expresión vocal: el tono, el ritmo y la intensidad de la voz.

La comunicación no verbal vocal complementa y refuerza el mensaje emocional que deseamos transmitir.

  • Miedo: el tono de voz suele ser más agudo, el volumen menos intenso y el ritmo rápido y entrecortado. Se pierde el control sobre la respiración y sobre nuestra voz.

  • Alegría: el tono de voz es más agudo, el volumen más alto y el ritmo es rápido y enérgico.

  • Tristeza: el tono de voz suele ser más grave, el volumen bajo ritmo es lento y monótono.

  • Sorpresa: el tono de voz suele ser más agudo, el volumen es más intenso y el ritmo del habla suele ser más bien lento.

  • Ira: el tono de voz suele ser más grave, con un volumen alto e intenso y el ritmo es rápido.

¿Cómo puedes gestionar tus emociones básicas o primarias?

Tus emociones básicas no puedes evitarlas ni controlarlas, en cambio, sí puedes aprender a gestionarlas.

Posiblemente, cuando sientes malestar emocional tengas el deseo de hacer desaparecer y contener dentro de ti dichas emociones. Sin embargo, habrás comprobado que cuando haces esto, no desaparecen realmente… 

Probablemente pasado un tiempo, esta emoción se exprese de forma más intensa y descontrolada.

Puedes aprender herramientas para saber cómo regularlas sin que se apoderen de ti. 

El primer paso es que tomes consciencia de tu mundo emocional y te des el permiso para sentirlas, validarlas y expresarlas. Después atiende a tu discurso interno, fíjate en lo que te dices cuando aparece dicha emoción.

Recuerda que el diálogo interior puede aumentar y/o disminuir la intensidad emocional.

Pon en práctica técnicas para bajar la actividad fisiológica que provocan las emociones, como por ejemplo: practica la meditación, respiraciones profundas o alguna actividad física que te guste de forma regular.

También es importante que selecciones una red de apoyo saludable, es decir, que puedas contar con personas que no te juzguen, que te transmitan seguridad y calma (como por ejemplo amigos, familiares, pareja, profesionales o grupos de apoyo).


Aquí finalizo este artículo sobre las emociones básicas del ser humano. Espero haberte ayudado.

Un abrazo, Patricia.

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